Qué tiene que ver la Ambición y la Resignación con el tamaño de Mis Pechos.

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Ambición o Resignación ¿Toca elegir un bando?

Esto te interesa si tienes un negocio y quieres que los clientes vayan detrás de ti y no al revés.

«¿Cómo saber hasta cuándo agradecer lo que uno tiene, es RESIGNACIÓN? Y… ¿Cómo saber hasta cuándo la AMBICIÓN, es no agradecer lo que se tiene?»

Íbamos caminando hacia nuestra casa y mi pareja hizo esas preguntas; seguro si fuéramos en carro hubiesen sido otras las preguntas, o no, da igual.

Para mí, aunque también te debe dar igual lo que yo crea, DISFRUTAR es la brújula y la respuesta a esas preguntas.

Ahora, la idea de que los seres humanos Nacimos para Disfrutar tiene bases en varias áreas científicas incluidas la psicologia, la neurociencia y la biología.

Y hablemos en el contexto de las preguntas sobre Resignación y Ambición…

Si disfrutas lo que tienes, bien. Si ya no disfrutas lo que tienes y sigues ahí, es resignación.

Si disfrutas conseguir cosas, bien. Si ahora sientes ansiedad porque tienes que conseguir cosas, ahí excediste el límite de la ambición.

Sencillo, porque para complicarse están las guías definitivas para conseguir clientes en internet, ya sabes, de esas de las que hablan los nuevos “gurús” del marketing, que sin probar siquiera en ellos ya lo andan enseñando a otros.

Mejor sigamos con el concepto de DISFRUTAR como brújula para que los clientes vayan detrás de ti y no al revés.

Por allá en el 2015, iba a la primera entrevista de un trabajo formal en mi vida, me baje del bus y seguía haciendo el intento de caminar sin que se me cayeran los tacones (eran prestados).

Hacía mucho calor y no me quitaba el blazer pretendiendo ajustarlo mientras llegaba, era plena época de moda de los implantes y existían dos tipos de mujeres, las mujeres de pechos grandes y yo.

Y bueno, yo caminaba con la espalda derechísima sacando pecho para disimular el espacio vacío que quedaba en la zona del pecho del blazer.

A este punto seguramente ya imaginaste cómo iba caminando y si no, no te lo recomiendo, o si, para que te rías o lo que es más seguro para que pases vergüenza ajena un rato, pero vaya, necesitaba ese blazer y esos tacones para verme más seria y profesional, o eso creía.

Llegué a la empresa y María (aunque la verdad no me acuerdo de su nombre real) una mujer súper amorosa y carismática, empezó la entrevista.

Yo había investigado y estudiado lo que debía responder para cumplir las expectativas del cargo, estaba enfocada en causar una buena impresión y mientras le respondía a María, ya estaba pensando en cuál iba a ser la siguiente pregunta y lo que iba a responder.

Todo bien, hasta que María para y me dice: respira, estás muy tensa. O algo así…

En ese momento pare… No me dieron el puesto pero sí una lección de por vida.

Todos quieren una relación genuina, sin pretenciones; donde los beneficios se entreguen de forma natural.

Y ahora es mi turno de decirte: ¡Para, estas muy tenso!

Nadie quiere estar al lado de una persona tensa, quítate esos tacones, ese blazer y olvida toda la basura que estudiaste. Escuchar a quién tienes al frente es mucho más efectivo que todo eso.

Los clientes son personas y buscan disfrutar y eso solo se logra al lado de una persona que este disfrutando.

Y en digital es exactamente igual, las pretenciones se detectan a kilómetros de distancia.

Ahora que ya te conté qué tiene qué ver la ambición y la resignación con el tamaño de mis pechos, puedes aplicar esto a tu negocio.

Y para utilizar el copywriting o escritura persuasiva o escribir para vender, suscríbete a mi lista de correos.

Es claro que voy a venderte mis cursos y servicios por este medio, es lo que enseño; y adicional te contaré día a día cómo conectar con tus clientes para que los clientes vayan detrás de ti y no al revés.

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